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Moros es un término amplio que los europeos utilizaban generalmente para describir a los musulmanes de la Península Ibérica y el norte de África durante la Edad Media. Desde 711 hasta 1492 d.C., los musulmanes procedentes de África gobernaron la Península Ibérica, que es la zona que abarca los actuales Portugal y España.
Los moriscos eran un pueblo diverso originario de la región del Magreb, en el norte de África.
Aunque el término "moros" se utilizaba sobre todo para designar a los bereberes y otros grupos de población de la provincia de Mauretania de la antigua Roma [1], los europeos emplearon esta palabra para designar a todos los musulmanes durante la Edad Media, incluidos los bereberes norteafricanos, los árabes y los europeos musulmanes.
Índice
Todo lo que debe saber sobre el término "moro"
El término "moro" se encuentra en todos los libros de historia, arte y literatura musulmanes y deriva de la palabra griega " Mauros " [2], que significa "de piel oscura o negra".
Luego, la palabra se convirtió en Mauri (plural de Mauro) en latín, que posteriormente se tradujo como "moros" en diferentes lenguas europeas, incluido el inglés.
Este término se utilizó inicialmente para designar a las personas pertenecientes a las tribus bereberes que vivían en la región africana llamada Mauretania, actualmente conocida como África septentrional. El término mauri también se utilizó para designar a los bereberes y árabes que vivían en las zonas costeras del noroeste de África durante la Edad Media latina.
Es importante señalar que los moriscos no son un pueblo autodefinido ni distinto, y el término nunca tuvo un valor etnológico real [3]. Curiosamente, los portugueses empezaron a llamar "moriscos indios" y "moriscos de Ceilán" a los musulmanes que vivían en el sudeste asiático durante la época colonial [4].
Ver también: Flores que simbolizan la lealtad Embajadores de Castillacantigas de santa maria, Dominio público, vía Wikimedia Commons
Los árabes dominan la Península Ibérica
En el año 711 d.C., los moros norteafricanos, bajo el mando de Tariq ibn Ziyad, lideraron la conquista musulmana de la Península Ibérica, conocida como Al-Andalus en la literatura musulmana. Se trataba de una extensa zona que abarcaba gran parte de la Septimania y los actuales Portugal y España.
El dominio islámico se había establecido en la Península Ibérica en el año 718 d.C., y muchos moriscos comenzaron a emigrar a esta región desde el norte de África. En pocas décadas, la Iberia musulmana creó un Estado independiente al separarse del resto del mundo islámico.
En consecuencia, los habitantes de esta región desarrollaron una cultura única bajo la influencia de Europa, y muy diferente de la cultura de Oriente Próximo.
Fue el comienzo de una larga era musulmana que gobernó la Península Ibérica durante casi 800 años y tuvo un gran impacto en la cultura portuguesa y española.
Logros y avances de la España árabe
Los moros siguieron avanzando y ocuparon Sicilia y Mazara en 827 d.C., lo que les permitió desarrollar un puerto y consolidar el resto de la isla.
En aquella época, el 99% de la población de la Europa cristiana era analfabeta [5], pero los musulmanes universalizaron la educación en la España árabe.
Ver también: Reinas del antiguo EgiptoToda Europa, en aquella época, sólo contaba con dos universidades, mientras que los moriscos tenían 17, situadas en diferentes regiones, entre ellas Toledo, Sevilla, Málaga, Juenl, Granada, Córdoba y Almería.
Además, crearon más de 70 bibliotecas públicas, algo inexistente en Europa.
Los árabes mantuvieron el control de la Península Ibérica durante siglos a pesar de las numerosas guerras. Para completar toda la región, utilizaron un sencillo sistema fiscal islámico. Todos los cristianos y judíos de la Península Ibérica debían pagar un impuesto para practicar su religión en paz.
Permitió que judíos, cristianos y musulmanes vivieran en paz y armonía durante siglos y también que los moriscos influyeran en los cristianos españoles, que empezaron a considerar exótica la cultura morisca y comenzaron a vestir ropas musulmanas [6].
El mundo musulmán de aquella época también se entregó al desarrollo de la ciencia en diferentes campos, como el álgebra, la física y la química. El sistema numérico algebraico y el álgebra utilizados en el mundo occidental moderno fueron iniciados por un científico musulmán, Muhammad ibn Musa al-Khwarizmi [7].
Caída de la España árabe
Los árabes gobernaron la Península Ibérica durante casi 800 años, pero las diferencias culturales y religiosas provocaron un conflicto con los reinos cristianos europeos, conocido como Reconquista [8].
Los moriscos fueron expulsados de Sicilia en 1224 d.C. al asentamiento de Lucera, que también fue destruido en 1300 d.C. por los cristianos blanco-europeos.
Más tarde, en 1492 d.C., la caída de Granada puso fin al dominio musulmán en España. Muchas comunidades musulmanas permanecieron aún en España, pero también fueron expulsadas de la región en 1609 d.C.
Los musulmanes no fueron los únicos que sufrieron a causa de la Reconquista. Los judíos que vivían en la España musulmana también experimentaron dificultades, ya que la Península Ibérica era la única región de toda Europa Occidental donde se permitía a los judíos vivir en paz.
La erudición judía floreció junto a los eruditos y científicos moriscos. También se conoce como la edad de oro de la erudición judía.
Capitulación de GranadaFrancisco Pradilla y Ortiz, Dominio público, vía Wikimedia Commons
La postura de los moriscos tras la caída de Granada
Tras la derrota de los moriscos por los reinos cristianos de España en 1492 d.C., muchos de ellos se vieron obligados a convertirse al cristianismo o sufrir persecución. Los que se convirtieron al cristianismo fueron conocidos como moriscos.
Los moriscos siguieron siendo objeto de discriminación y persecución, y muchos de ellos acabaron siendo expulsados de España a principios del siglo XVII. Para entonces, la población morisca en España había desaparecido en gran medida por conversión, expulsión o migración voluntaria.
Algunos de los moriscos que pudieron huir de España se asentaron en otras partes del mundo musulmán, como el norte de África y el Imperio Otomano. Otros quizá permanecieron en España, pero su cultura y modo de vida fueron suprimidos en gran medida por las autoridades españolas.
Palabras finales
Los moriscos, originarios de la región magrebí del norte de África, descendían principalmente de árabes y bereberes que habían emigrado a la región y se habían convertido al Islam.
En los siglos VII y VIII, los árabes establecieron varios poderosos estados musulmanes en la región. Eran conocidos por su avanzada cultura y saber y desempeñaron un importante papel en la historia del norte de África y Europa.
A pesar de la caída de sus Estados, dejaron un legado duradero en las regiones que gobernaron.